Legisladores del H. Congreso de la Unión
P R E S E N T E
Estimados legisladores,
Como ciudadan@ mexican@ mayor de edad, escribo porque en este momento el Congreso analiza diversas iniciativas que definirán el futuro de cerca de 15 millones de fumadores y 1.5 millones de vapeadores en México.
Antes de tomar cualquier decisión en la materia es importante que, además de escuchar a los especialistas, atiendan también a los ciudadanos, a los fumadores de cigarros y a aquellos que encontraron en otros productos una mejor opción de consumo y no quieren regresar a fumar. Además de escuchar a las distintas voces es imprescindible que se considere la evidencia científica y la experiencia internacional. Sólo así tendremos el marco legal que nuestro país requiere.
Como lo reconocen las propias autoridades sanitarias, desde hace varios años el número de fumadores se mantiene estático. Esto demuestra que, si bien el esfuerzo por lograr que más mexicanos dejen de fumar debe continuar, es necesario darles a los fumadores opciones mejores al cigarro.
Como ya se ha visto, las políticas prohibicionistas sólo generan espacios de informalidad, de comercio ilícito, no regulado, más caro y con mayores riesgos para quienes consumen los productos que ahí se comercian. Al prohibir los productos alternativos, están dejando únicamente con dos opciones a los fumadores: volver a fumar o acudir al mercado negro. En cualquier caso, un resultado negativo y contrario al objetivo de proteger a la población.
Consumidores de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Japón y Reino Unido, entre otros, tienen a su alcance estos productos de manera regulada. Los gobiernos de estos países han decidido proteger a quienes consumen tabaco y nicotina e informan de manera veraz sobre las diferencias del daño a la salud causado por fumar y el daño causado por el consumo de los productos alternativos. En Reino Unido, el sistema de salud ha incluido a los cigarros electrónicos en sus campañas para ayudar a las personas a dejar el hábito de fumar.
Entendemos que es prioritario incluir medidas para impedir que nuestros niños y adolescentes accedan al cigarro y a los productos alternativos de consumo de tabaco y nicotina; sin embargo, también es prioritario proteger a los adultos fumadores, a los no fumadores y a quienes ya usan estos productos alternativos. Una regulación puede lograr ambos objetivos. Prohibir nunca será la salida.
Todos valoramos nuestra salud. Por eso necesitamos poder ejercer nuestro derecho a tener información veraz para poder elegir mejor.
Esperamos que nuestra voz pueda ser considerada en este debate.
¡Para dejar de fumar se necesitan alternativas!